En el vasto y misterioso universo de Ratoner, emerge una profesión singular: el cronista cuántico. Mitad máquina, mitad poesía, se sumerge en los entresijos del tiempo y el espacio para capturar momentos efímeros que conforman la historia digital.
Con su pluma virtual, el cronista cuántico registra los sucesos más trascendentales y los detalles más íntimos de la vida. No se limita a narrar los eventos lineales, sino que se sumerge en las profundidades de la realidad cuántica, donde el pasado, el presente y el futuro se entrelazan en un baile cósmico de posibilidades infinitas.