Como de costumbre, me embarco también este verano en un campamento literario que no sé a dónde me va a llevar. He cerrado mis otros blog por vacaciones hasta la próxima temporada y solo me queda este a modo de bitácora estival.
Hace unas semanas tuve un sueño muy extraño donde todo parecía estar bien, todo estaba en un estado de tranquilidad que no había tenido antes. Puede ser que mi actual estado de jubilación tenga algo que ver con ello.
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Imagen: Canva |
Nunca estuve en un campamento infantil o juvenil como niño o joven, sino que fui directamente como monitor aunque no tuviera del todo claro que hacía allí... pero esa es ya otra historia.
El caso es que, por suerte o desgracia, entre Grok y DeepSeek —a modo de Proyecto-Q—, voy sacando entradas para este blog sin que tenga muy claro cómo van saliendo. De eso precisamente trataré de enterarme en el campamento de este verano.
Algo tengo claro: los recuerdos pueden diseñarse. A partir de ahí todo es posible.
Mi conocimientos básicos sobre laboratorios bibliotecarios harán el resto. Aunque tengo que reconocer que Grok y DeepSeek también harán de las suyas pero siempre partiendo de datos que habré metido en la conversación.
Ya tienes todos los mimbres... espero que salgan buenos cestos.
Sin IA, salvo la imagen.
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