Grok y Ratoner

Durante el mes de diciembre he estado experimentando Grok, la IA de X. Hubiera sido muy interesante tener algo parecido cuando X era Twitter y todo se reducía a un microblogging de 280 caracteres para todo el mundo.

No voy a entrar en detalles sobre los destrozos que está haciendo Musk en dicha red social ni de los peligros del tecnopopulismo cuando Trump tome el poder del próximo 20 de enero.

La IA también es un tema controvertido en mis tertulias de micros —tengo varias— por lo que dejaré de utilizarla en ellas.

Imagen: Grok

Durante el mes de enero, voy a publicar una serie de artículos sobre Grok en este blog que estás leyendo y luego ya veré que hago a partir de entonces. Lo que más me ha llamado la atención de dicho artículos es la claridad que tiene sobre sí misma —recuerda que es una IA—. Y, sin destripártelos, te puedo avanzar algunos detalles sobre ellos.

Datos

Sus datos lo extrae de la propia X —recuerda que sigue siendo una red social— a tiempo real. Algo que no ocurre en la GPT gratuita. Esto sería perfecto si no fuera por la gran cantidad de bots que utiliza el propio Musk y gentes afines.

Hasta ahora no se me ha colado ningún bot de esos que yo sepa pero puede ocurrir en cualquier momento.

Energía

Cualquier IA consume una gran cantidad de energía, contribuyendo a un aumento de las emisiones de carbono a la atmósfera y, por tanto, al cambio climático. Esta ha sido la principal razón para no volver a utilizarla en la Placita de Retiro.

Jugar

A pesar de todos estos riesgos y peligros voy a seguir jugando con Grok en este blog. Por lo menos, hasta febrero. Como dice la sabiduría popular: Ten cerca a tus amigos, pero ten aún más cerca a tus enemigos.

Nota: No he utilizado Grok en este artículo salvo en la imagen.