Literatura artificial

Hoy se acaban mis vacaciones literarias y me ha parecido interesante comenzar con este tema.

La literatura artificial se refiere a obras literarias que son creadas por inteligencia artificial (IA) en lugar de por escritores humanos. Estas obras son generadas por algoritmos y programas informáticos que pueden producir texto que imita el estilo y la estructura de la escritura humana. La literatura artificial es un campo emergente en la interacción entre la tecnología y la creatividad literaria.

La literatura artificial abarca una variedad de formas literarias, desde poesía y narrativa hasta ensayos y diálogos. Los algoritmos utilizados para generar literatura artificial pueden basarse en aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural, y se entrenan utilizando grandes cantidades de textos escritos por humanos. Estos algoritmos analizan patrones lingüísticos y estructuras de texto para producir contenido coherente y plausible.

Si bien la literatura artificial ha generado interés y debate en los círculos literarios y tecnológicos, también ha generado preguntas sobre la autenticidad, la creatividad y el papel del autor en la escritura. Algunos argumentan que la literatura artificial puede ser una herramienta útil para la exploración creativa y la generación de nuevas ideas, mientras que otros creen que el valor literario auténtico sigue siendo exclusivo de la creatividad humana.

En resumen, la literatura artificial se refiere a obras literarias producidas por programas de inteligencia artificial. Aunque es un campo en evolución, plantea cuestiones interesantes sobre la relación entre la tecnología y la creatividad literaria.

Básicamente, mi aproximación a la literatura artificial durante estas vacaciones ha sido mi relación con «asistentes literarios» como Bot, Biblio y, si me apuras, hasta Elixia.

Dichos asistentes no salieron de la nada, sino después de dar muchos datos y con algo de aprendizaje automático por parte del ChatGPT que utilizo para estos menesteres. Es decir y en mi caso, el chatbot se limitó en poner en orden la cantidad de datos que le facilité y tengo que reconocer que los ordenó bastante bien. Por supuesto, mucho mejor que yo.

A partir de ahí, no tengo el menor problema en utilizar la IA para crear personajes y escenarios. Lo que hagan esos personajes en esos escenarios ya es cosa mía.