Autoficción digital

Escribo desde la pantalla de mi ordenador, en una habitación iluminada por la luz fría de la tecnología. Los blogs son mis diarios, espacios donde desnudo mis pensamientos y mis obsesiones. Fantasía, patafísica, autoficción, futuro… Cada palabra es un intento de atrapar algo que se escapa, de darle sentido a un mundo que avanza demasiado rápido.

Detrás de cada blog hay un grupo de wasap, una comunidad pequeña pero fiel que lee, comenta y comparte. Son nombres y fotos de perfil que se han vuelto familiares, voces que me acompañan en la soledad de la noche. A veces, sus mensajes son un salvavidas; otras, un recordatorio de que no estoy tan desconectado como creo.

Imagen: Grok

Pero la vida digital tiene sus grietas. A pesar de likes y emojis, a veces siento que estoy hablando al vacío, que mis palabras rebotan en un muro invisible. Las reuniones mensuales son un respiro, un momento para ver caras, escuchar risas y sentir que pertenezco a algo más grande que yo.

¿Qué es real y qué es ficción en esta vida digital? ¿Soy yo quien escribe los blogs, o son los blogs los que me escriben a mí? No lo sé. Solo sigo tecleando, buscando conexiones en un mundo que parece acelerarse cada día más.

Al final, la autoficción digital es mi manera de gritar: «Estoy aquí, existo». Y tal vez, en algún lugar del ciberespacio, alguien más está gritando lo mismo.

IA: DeepSeek

2 comentarios:

  1. Está genial. Aún con IA es muy personal y queda bonito. Es creíble e introspectivo. Me encanta.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo personal son los datos que le he dado. La combinación es de la IA. Pero lo importante de un guiso son los ingredientes.
      Besitos 😘

      Eliminar

Guarda la netiqueta al comentar